jueves, 20 de septiembre de 2012

Cuestión de prioridades

Hace nada estaba lamentándome de que fuera lunes y abro hoy los ojos y resulta que mañana es viernes! Esta semana se me ha pasado volando. Entre entrevistas, preparación de clases, materiales y demás, resulta que estamos a jueves y yo ni me había dado cuenta.

Este finde viene mi mejor amiga a Madrid, así que nos quedamos por aquí. Aunque no llevo aquí ni dos semanas, y ya tengo ganas de bajar a casa de nuevo. Me gusta Madrid y disfruto con mi vida aquí, pero llevo francamente mal no estar siempre que quiero en casa, en determinadas situaciones. A Jorgito, mi ingeniero favorito, siempre le pido que invente una máquina de esas para teletransportarte, para estar en un abrir y cerrar de ojos donde quiera, para que ayer por la tarde pudiera haber estado un ratito en casa con mi abue y luego volver a cenar a Madrid. Para resolverle a mi hermana las dudas de inglés en un momentín y luego subirme a preparar la comida a Mejorada. Y no os miento, para subir los domingos de resaca a Madrid, después de un finde inmejorable en Córdoba o Marbella. Mientras tanto, viajo con la imaginación, con el whatsapp y con el teléfono, algo es algo.

Porque la vida, siempre, es cuestión de prioridades. Para algunos, lo más importante es pensar en sí mismos. Para otros, entre los que -afortunadamente- me encuentro, la vida sólo se concibe pensando en los míos, aunque conlleve sofocones varios, pero merece la pena, porque estoy segura de que sólo así se consigue ser realmente feliz.

Feliz jueves!





4 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo!
    A mi también me gustaría que crearan esa maquinita y poder verte un ratito todos los días..sería genial :)
    Te quiero bonita

    *Lola*

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    1. Pues ya están tardando Pablo y Jorgito... que se dejen de hacer aviones y hagan la dichosa maquinita!!! jijiji
      Yo también te quiero mucho chiquita!
      Mua

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  2. Estés o no, la relación no cambia, con aquellos que de verdad te quieren. Aunque a veces te sientas sola, siempre resulta reconfortante cuando os volvéis a juntar, y todo es como si el tiempo no hubiera pasado.

    No es cuestión de cantidad, sino de calidad esto de las comunicaciones. El teléfono nunca reemplazará el calor de una persona, pero el hablar a diario, contarte las cosas, es una muy buena manera de sentir a las personas cerca (créeme, que he pasado 6 años así con mi madre).

    Máquina de teletransporte no sé, pero recuperación de la economía en España… Sería una buena cosa.

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  3. La felicidad no se reduce a sólo pensar en los tuyos como dices arriba , yo me encuentro entre el tipo #1 de personas que dices y no por egoísta sino porque si uno no se preocupa en uno mismo nadie lo hará , claro que también soy un ser humano y tengo la capacidad de poder preocuparme por otras personas pero primero mi prioridad es mi persona y en cuanto a lo de felicidad existe una cantidad infinita de combinaciones para ser feliz y al final cada quien decide que es lo que realmente le hace sentir esa sensación que llamamos "felicidad" puesto que no existe un solo sendero hacía la misma.

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