viernes, 28 de septiembre de 2012

Hoy llueve

No me gusta la lluvia. Desde pequeña. Odiaba los jaleos que se formaban en la puerta del cole o del insti cuando todos los padres (el mío el primero) iban a recoger a sus hijos cuando llovía. Carreras, charcos, goterones. ARG!

A mis años sigue sin gustarme, aunque entiendo que es necesaria. A mí me chafa muchos planes y no me gusta nada coger el coche cuando llueve, como el caso de hoy, que me voy a Córdoba. Pero me armaré de paciencia y cantaré eso de Precaucióóón amigo conductoooor.

Para la lluvia hay dos aliados: el paraguas y las botas katiuskas (yo añadiría sombrero, pero tampoco soy muy fan de ir con el sombrero y pelo al viento cuando luego tengo que quitármelo para entrar a depende qué sitios y mi pelo con sus rizos y encrespado al máximo luce en todo su esplendor). Añado: una coleta bien repeinada.

Lo de las botas de agua parece una chorrada fashion, pero ayudan, ya ves si ayudan. De ponerte los pies chorreando y que no se te sequen en todo el día, a tenerlos ahí, metiditos en su cueva e ir desafiando al tiempo metiéndote en todos los charcos que te cruces.

A todo el mundo le ha dado por las Hunter. Lo reconozco, son muy bonitas, pero gastarse 100 euros en unas katiuskas no entra en mi concepto de la utilidad. En Galicia, quizá, pero aquí en Madrid, que llueve 4 días contados... qué va, qué va. Me conformo con las mías, que son de, cómo no, Primark y negras. Esta temporada las han vuelto a traer, 13 euritos, pesan, eso sí, si tienes que andar mucho, te arrepientes a los 15 minutos de habértelas puesto, y suda el pie, también, pero por ese precio no podemos pedir más. A las más exigentes, ya sabéis... Hunter.

Hay muchas maneras de llevarlas, con un look más desenfadado, o con un trench+vaqueros+camisa, mi combinación favorita.

Os dejo los looks con katiuskas que más me gustan.


A este look le pondría medias negras tupidas :)


Con chaquetita y camisa, simplemente perfecto.


Sencillo y juvenil.


Cómodo, cómodo.


Con trench, más clásico.



Y vosotras, usáis katiuskas?

Feliz lluvia, digo, feliz viernes!



miércoles, 26 de septiembre de 2012

La música no se toca




Supongo que una, a sus 30 años, aún tiene derecho a su momento fan. El mío tuvo lugar ayer, cuando desde por la mañana me levanté pensando que Alejandro Sanz sacaba nuevo disco.

Como tenía la tarde bastante liada entre clases y demás, le encargué a Jorgito que me lo comprara mientras yo daba clase, pero me dijo que al sitio al que iba no había ni FNAC, ni nada, que ya lo comprábamos otro día. Cuál fue mi sorpresa que cuando llegamos a casa, enciende el pc y empieza a sonar Alejandro... me lo había comprado! Este novio mío es una joya (L)

Ahora ya puedo disfrutar del maestro. Y sí, lo reconozco, soy fan. Sin majaderías. Sin hacer locuras por verlo. Sin entrar corriendo en los conciertos ni dormir en una cola para estar en primera fila. Soy fan de las que se emocionan al escucharlo. De las que sienten cada palabra y cada nota. De las que identifica cada etapa de su vida con una canción suya. De la que asocia momentos a esas notas. De las que empezaron a seguirlo hace ya 20 años y siguen siendo unas groupies treintañeras y cuarentonas. De las que empezamos viviendo deprisa para pasar a tener el alma al aire y ahora nos sentimos sus marcianas.


20 años. Somos vidas que se tocaron casualmente, ni lo pensamos... y tu letra podré acariciar.


Como dice el maestro, sólo espero haber estado a la altura de vuestras almas; este es mi aire, pa vuestras almas, escuchadlo despacito, como siempre.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Camisa+vaqueros, el duo perfecto.

Recuerdo mis tiempos pijiles en el instituto cuando me dio por no ponerme mucho los vaqueros. Y también recuerdo mis tiempos universitarios fashions cuando decía que JAMÁS me los pondría para salir.

Pues bien, esos jamás aún resuenan en mi cabeza cuando cada dos por tres huyo de los vestidos y de las complicaciones de las faldas, y me refugio en la comodidad de los vaqueros. Porque para mí se han convertido en un verdadero básico. Camisa + vaqueros + tacones + clutch (o cartera de mano, bajemos de la nube)= combinación perfecta, a la cual podemos sumarle una americana y ya tenemos modelito para todo el entretiempo/invierno.

Tengo cientos de vestidos en el armario y otros tantos guardados porque no me los pongo. Me gustan mucho, pero en muchas ocasiones, un viernes, sábados de cervezas interminables, reuniones con los amigos o los compis de trabajo, prefiero unos vaqueros pitillo, una camisa larguita bonita y unos tacones. Y tan mona, oiga!

Porque si algo he descubierto que va conmigo, eso son las camisas. Olvidadas durante tantos años para mí... y desde hace un par de ellos, no soy capaz de decir NO a una camisa, todas me gustan, todas me parecen ideales, todas quedarían geniales con cualquier vaquero. Y es por eso que tengo una auténtica colección en mi armario. Con manga a la sisa, al codo, larga, más corta por delante que por detrás, clásicas, etc. Tengo que reconocer que últimamente sólo se me va la vista a ellas, pasando de vestidos, faldas y demás. Serán los 30 (o los 31 que vienen de camino), que me están cambiando.

La cosa es que he pasado por mil "estilos", pero es ahora cuando realmente siento que tengo uno, el mío propio, y las camisas y los vaqueros, junto con los tacones y los bolsos, son mis mejores aliados.

Os dejo con unos cuantos looks con camisa y vaqueros.

















Feliz finde :)






jueves, 20 de septiembre de 2012

Cuestión de prioridades

Hace nada estaba lamentándome de que fuera lunes y abro hoy los ojos y resulta que mañana es viernes! Esta semana se me ha pasado volando. Entre entrevistas, preparación de clases, materiales y demás, resulta que estamos a jueves y yo ni me había dado cuenta.

Este finde viene mi mejor amiga a Madrid, así que nos quedamos por aquí. Aunque no llevo aquí ni dos semanas, y ya tengo ganas de bajar a casa de nuevo. Me gusta Madrid y disfruto con mi vida aquí, pero llevo francamente mal no estar siempre que quiero en casa, en determinadas situaciones. A Jorgito, mi ingeniero favorito, siempre le pido que invente una máquina de esas para teletransportarte, para estar en un abrir y cerrar de ojos donde quiera, para que ayer por la tarde pudiera haber estado un ratito en casa con mi abue y luego volver a cenar a Madrid. Para resolverle a mi hermana las dudas de inglés en un momentín y luego subirme a preparar la comida a Mejorada. Y no os miento, para subir los domingos de resaca a Madrid, después de un finde inmejorable en Córdoba o Marbella. Mientras tanto, viajo con la imaginación, con el whatsapp y con el teléfono, algo es algo.

Porque la vida, siempre, es cuestión de prioridades. Para algunos, lo más importante es pensar en sí mismos. Para otros, entre los que -afortunadamente- me encuentro, la vida sólo se concibe pensando en los míos, aunque conlleve sofocones varios, pero merece la pena, porque estoy segura de que sólo así se consigue ser realmente feliz.

Feliz jueves!





lunes, 17 de septiembre de 2012

Leopard Print

Porque si hay algo que consiguió unir a pijas, modernas y chonis, jóvenes y mayores... ese es el estampado de leopardo.

Confieso que soy muy adicta desde hace más de una década. Siempre vuelve! He tenido mis épocas, más chonis, más modernas y más "normales" (si a alguien como yo se le puede llamar normal, claro), pero siempre vuelvo a él. Creo que menos pantalones (que este año también se están viendo y yo aún creo que no me atrevo), he tenido de todo: vestidos de varios tipos y estampados, faldas, bolsos, zapatos, camisas y hasta bikini y toalla! Podría montar un zoo en casa! Eso sí, todo sintético, que Dios nos coja confesados!

El caso es que lo veo un estampado muy recurrente sobre todo en invierno, pero también para verano con pocos complementos y listo.

Cuando lo uso en vestidos, intento que el resto del look sea sobrio, con detalles en dorado o en camel.



Si es en falda, o bien con colores fuertes o con blanco o negro, y no mezclando demasiado.






Cuando utilizo complementos como bolsos o pañuelos, intento que destaque sólo el complemento en cuestión, con el resto del look bastante básico.










La verdad es que tengo mi armario repleto de leopard print. Y vosotr@s, sois pro o anti leopardo?


Feliz lunes!











jueves, 13 de septiembre de 2012

Sweet Thursday

Se va acercando el finde.

Hay semanas que se me hacen muy cortas y otras que se me hacen eternas. Para estas últimas, siempre intento pensar en cosas que me gustan que voy a hacer el finde y así siempre tengo un objetivo para no pasarme el día contando los minutos. Cosas sencillas, nada de modernuras ni excentricidades. Cosas que van desde una caña con mis amigos, quedarme en el sofá hasta las mil con Jorge, bajar a casa, comerme una pizza o hacer una tarta. Una que es muy simple.

Y es que, como buena maruja, también soy una cocinillas (como me llama mi abuela cuando me meto entre fogones a hacer unos simples macarrones). No soy experta, ni hago cosas exquisitas ni delicatessen. No suelo cocinar cosas que no me gustan, ni suelo probar cosas exóticas. Hago lo que me gusta, probando con un ingrediente u otro, echándole una pizca más de esto y otra menos de aquello. Pero siempre hago cosas ricas y me he ganado cierta familla entre mi familia y amigos (o eso, o se lo comen por no hacerme un feo). De hecho, mi hermana vive por y para que le cocine cosas ricas (y que engordan mil, aunque ella no tenga ese problema).

Hace un tiempo aprendí a hacer esta tarta (que yo, por cierto, rara vez he probado, no soy muy de dulce yo). Vi varias recetas pero la que más me convenció es la del blog de una amiga de la que cojo muchas ideas: The Cook Rocker (Gracias, Patri!). Os recomiendo que le echéis un vistazo porque hay cosas muy fáciles y muy ricas también!

En fin, que me lío. Que os recomiendo que si tenéis una semana larga o difícil, o simplemente queréis daos el gusto o complacer a alguien, toméis nota y hagáis esta tarta. Os gustará!

Necesitáis:

-Una tarrina de queso tipo philadelphia (yo compro el de la marca del Lidl).
-3 yogures naturales azucarados (para mí 0% edulcorados, que son los que tengo en casa).
-3 cucharadas de harina.
-3 huevos.
-10 cucharadas de azúcar.
-Un tubito de galletas María.
-Mermelada de frambuesa (o de fresa, que también está buena).

Pasamos a la elaboración:

Tenemos primero que hacer la base de nuestra tarta, que va a ser de galleta. Para ello, machacamos las galletas. Si tenéis robot de cocina tipo Thermomix, está listo en un minuto. Si no (como yo), las machacais poco a poco con el mortero. Con la Thermomix queda mejor, más polvo, pero con el mortero no queda mal. Ahora, fundimos un poco de mantequilla en el micro y la mezclamos con el polvo de galleta hasta que quede una masilla, que pondremos en el molde elegido (si es de los desmontables directamente, si es de los de toda la vida, untadlo un poco con mantequilla), aplastaremos y ya tenemos nuestra base. Podemos meter mientras en el frigo y reservar.

Ponemos el horno a calentar. 180º.

Vamos ahora con el resto. En un bol grande, ponemos el queso, los yogures, los huevos, la harina y el azúcar. Lo batimos todo bien con la batidora e incorporamos al molde que ya teníamos.

Cuando el horno esté listo, lo metemos, a media altura, y unos 35 minutos, mirando bien que no se queme pero que tenga un color tostadillo. Intentamos no abrir el horno porque si no, se nos bajará bastante. Cuando haya pasado ese tiempo o bien lo veamos que esté, hacemos la prueba del cuchillo/palillo. Si pinchamos y sale totalmente listo... sacamos del horno. Si no, un ratito más.

Cuando la saquemos, dejamos enfriar, lo decoramos con la mermelada por encima y al frigo.

En unas horas, lista para comer!




Espero que probéis a hacerla, que es muy fácil, no se pone casi nada por medio y está muy rica!

Ya me contaréis, bon appetit!















miércoles, 12 de septiembre de 2012

La Latina

Me encanta Madrid en estas fechas.

Bueno, en general, me encanta Madrid. Siempre hay algo que hacer, alguien a quien ver, algún sitio donde ir. Pero en estas fechas se disfruta más. Empieza a refrescar, se puede salir con una chaquetita finita y sigue luciendo el sol.

Uno de los sitios que más me gusta de Madrid es La Latina. Sitio obligado de visita si venís. Tomar el aperitivo los domingos en La Latina es ya un mandamiento más, aunque últimamente prefiero los sábados, porque está menos masificada.

Paradas obligatorias? Unas cuantas. Yo hago ruta y empiezo tomándome una jarrita en la terraza del 100 Montaditos de C/Segovia o una cañita con tapa casera en el Windguru, pasamos a unos cubos en Las Cazuelitas, La Sureña o La Jamboteca y de ahí a donde se tercie. Tostas en el Casa Camu, empanadillas en un sitio argentino o croquetas en El Malandrín, y la última en la barra de cualquier sitio donde nos pongan una caña fría a 1 euro. Porque la Latina es sitio de encuentro para pijos, modernos y alternativos. Pero eso sí, a precios de chiringuito Marbellí. Una, que no es tonta, ya sabe todos los sitios donde no te timan por tomarte una cerveza tranquilamente. Y de ahí nuestra ruta. Si no queréis pagar cañas como si fueran oro, voilà!

Si venís a Madrid, os recomiendo que echéis un ratito latineando. ¡Os encantará!

Aquí os dejo un look de un sábado/domingo cualquiera en La Latina.






viernes, 7 de septiembre de 2012

Le Petit Prince




"Voici mon secret. Il est très simple: on ne voit bien qu'avec le coeur. L'essentiel est invisible pour les yeux". (Le Petit Prince, Antoine de Saint-Exupéry)


Creo que con este libro empezó mi idilio por la francofonía. O fue ella la que me llevó a leerlo. No recuerdo qué fue primero. Yo era una joven estudiante de Traducción e Interpretación y aquello un libro de no se sabía bien qué. Me fascinó. Siempre dije que había merecido la pena aprender francés por poder leerlo y por poder entender La vie en rose, de Edith Piaf.

Y hasta hoy, que soy una mezcla rara entre traductora, profesora, maruja y demás menesteres, sigo aplicándome frases que descubrí en ese libro, y sigo teníendolo como libro de cabecera, para no perder el norte que encontré hace ya más de 12 años. Y aunque la situación actual nos lleve al pesimismo, seguiré mirando la vida desde los ojos optimistas de un niño, seguiré huyendo de la estupidez de algunos adultos y de sus vidas vacías, seguiré llenando la mía de amor, de amistad y de cosas verdaderas y seguiré afrontando los problemas con energía, optimismo y buen humor.

Y cuando tenga un niño, haré que siempre tenga El Principito a mano, para que pueda descubrir él mismo el elefante dentro de una serpiente y que las cosas pequeñitas son las más grandes en la vida.


Y es que: "Todas las personas mayores han sido, primero, niños. Pero son pocas las que lo recuerdan".

jueves, 6 de septiembre de 2012

À la recherche du paradis... Marbella






Muchas veces la gente se pasa horas y horas metidas en un avión para llegar a sitios de desconexión, a paraísos terrenales, a playas increíbles.

Yo me escapo a Marbella.


Para mí es mi pequeño paraíso, a tan sólo unas horitas en coche de Madrid. Me siento privilegiada cada vez que me bajo del coche y puedo disfrutar de ese microclima, de esas playas, de su gente, de ese rinconcito mágico al sur de España.

Antes, solía reirme cuando Jorge y sus amigos me hablaban del microclima de Marbella, pero, una vez comprobado, me rindo. Poder pasear por el Paseo Marítimo en pleno diciembre en manga corta... eso gana a cualquiera!


Hay tantos sitios que me gustan, que casi no sé por donde empezar. Yo, amante de la playa, me quedo con dos: Estrella del Mar y la playa donde está el chiringuito del Marbella Club. De la primera me quedo con esa playa virgen, con arena fina y blanca como la de Tarifa, que no quema. De la segunda, sus vistas, ese embarcadero, esas palmeritas, lo bonitos que son los chiringuitos.





A la tarde, no hay nada mejor que irse a merendar al Cripán. Una panadería/pastelería con los mejores molletes o pitufos mixtos del mundo. Si tenéis oportunidad, no dejéis de probarlos.




En invierno, al Punto Faro. El atardecer desde allí es inmejorable. En verano también nos pasamos las tardes y las noches allí. Cervecitas, copas, cócteles... y buen ambiente. Disfrutar de su terracita a cualquier hora del año, no tiene precio.



Mis cócteles favoritos en Crusoe, a pie de playa, en veranito... no se puede estar mejor.



La última copa, en Lemmon. Su terraza junto al Puerto Deportivo es uno de los sitios que más me gustan, qué bien se está en veranito cuando en todos los locales nos asfixiamos de calor!



Podría pasarme las horas muertas hablando de Marbella, de su casco antiguo, de Puerto Banús... pero aquí os dejo los sitios que nunca me pierdo cuando voy, los rinconcitos que más me gustan de lo que es mi paraíso particular y del sitio con más sol de toda España.

Disfrutadla, os la recomiendo!

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Mi vida. My life. Ma vie.




Como decía John Lennon: "Life is what happens to you while you´re busy making others plans". O lo que es lo mismo, "la vida es eso que sucede mientras tú haces otros planes".

En esta nueva andadura pretendo escribir sobre todo aquello que mueve mi vida, mi mundo, todo lo que cambia mis planes. Desde la moda, pasando por la cocina o el descubrimiento de rinconcitos mágicos. Un mélange de mis pasiones, de las cosas que me hacen sentir, ser feliz, de lo que me alegra cada día y de lo que me hace tener la vie en rose.

Disfrutad, que vida, sólo tenemos una!